Traer un nuevo gato a casa: cómo prevenir los problemas
Para facilitar la integración del gato a tu hogar, ten en cuenta de dónde proviene. ¿Se encontraba en una jaula, en una habitación o en un hogar temporal? ¿Había otros gatos viviendo con él, o estaba solo? ¿El ambiente era ruidoso o silencioso? ¿Con qué frecuencia comía y dónde dormía?
Ver estos detalles cambiados en su entorno, todos a la vez, puede ser muy estresante. Para integrar a tu nuevo gato a tu casa y tu vida de la mejor manera posible, debes ser capaz de reconocer las señales de estrés mientras le cambias lentamente el lugar donde vive. Con este método, te aseguras de mantener la rutina que el gato tenía anteriormente, mientras se adapta gradualmente a tu rutina.
Preparación: provisiones para un nuevo gato
Primero, prepárate para darle a tu gato la bienvenida a casa, asegurándote de tener estos artículos a mano:
- Recipientes (bowls) para comida y agua
- Comida (Para facilitar la transición, al principio usa la misma comida a la que está acostumbrado. Luego, si es necesario, cambia gradualmente a un alimento de mayor calidad).
- Botanas (bocadillos)
- Collar con etiqueta de identificación
- Cama para gatos
- Juguetes para gatos
- Cepillo para gatos
- Caja con arena para gatos (como se mencionó anteriormente, es conveniente que uses el mismo tipo de arena al que tu gato está acostumbrado).
- Rascador, o tiras para que se rasque
Reconocer las señales de estrés en un gato
Es probable que tu nuevo gato esté estresado al principio. Las señales de estrés pueden incluir disminución del apetito, disminución del aseo personal, esconderse, falta de interés en recibir atención o afecto de tu parte y dormir en lugares poco comunes. Un gato estresado puede estar más tranquilo de lo acostumbrado, lo que puede ser difícil de notar. Los gatos muy estresados son más propensos a comportarse de forma agresiva o temerosa.
Si has adoptado un gato de un albergue, lo más probable es que éste sea el tercer "hogar" de tu gato en un período de tiempo bastante corto. Aunque tu casa probablemente sea mucho más cómoda que el albergue de donde vino, el cambio es estresante.
Mantente atento a las señales de estrés y, si las notas, asegúrate de que disminuyan con el tiempo. Si el estrés de tu gato no disminuye gradualmente todos los días, debes buscar la ayuda de tu veterinario o de un especialista en comportamiento animal.
El entorno de tu gato
Muchos gatos tienen miedo cuando se les presenta un nuevo hogar. Mudarse de un pequeño recinto a un apartamento o casa es un gran cambio. Tu casa también tiene olores y ruidos diferentes a los del albergue y del hogar que tu gato tenía anteriormente.
Al principio, mantén a tu nuevo gato confinado a una sola habitación. Tu dormitorio o la sala de estar a menudo funcionan bien para esto. Asegúrate de proporcionarle a tu nuevo gato comida, agua y una caja de arena (ver detalles más abajo), y de pasar tiempo con él en esta habitación regularmente, para que no esté solo.
Bríndale múltiples escondites. Una caja de cartón con agujeros en ambos lados (para que pueda entrar y salir por cada lado) y una manta colocada en el fondo de la caja puede ser un gran escondite. Asegúrate de proporcionarle escondites en el suelo, así como en lo alto. Cuando esté en su escondite, no lo molestes. Sus escondites deben ser sus lugares especiales, donde pueda tener privacidad si lo desea.
Coloca un rascador o un árbol para gatos en su habitación. Impregna el árbol con su aroma acariciando suavemente sus mejillas con una toalla y luego frotando el rascador con la toalla. Esto transferirá el olor de tu gato al rascador, aumentando así la probabilidad de que lo use.
Deja que tu gato se adapte a la habitación y a ti. No lo obligues a permanecer cerca de ti si deseas acariciarlo. En lugar de eso, convéncelo de jugar usando un juguete interactivo o permaneciendo cerca de su plato de comida mientras esté comiendo. Una vez que se dé cuenta de que esta persona extraña, tú, le das las mismas cosas buenas que su dueño anterior (¡y tal vez incluso más!), rápidamente se sentirá cómodo contigo y aceptará tu atención.
Después de tres días, o una vez que tu gato camine cómodamente y viva en esta habitación, amplía su acceso a toda la casa. Pueden pasar varias semanas hasta que algunos gatos se sientan cómodos en su habitación y se les permita el acceso al resto de la casa.
Alimentación para gatos
Los gatos comen menos cuando están estresados y a veces, dejan de comer por completo. Es extremadamente importante asegurarse de que tu gato coma regularmente (y en cantidades adecuadas) una vez que lo traigas a tu casa. Si es posible, compra el mismo tipo de comida que usaban en el albergue. Si no come, intenta mezclar en su comida un poco de algún alimento más sabroso, como comida enlatada para gatos o comida para bebés,
Después de dos días, o una vez que esté comiendo normalmente, comienza lentamente a darle el alimento que quieras darle (si es diferente a lo que le daban en el albergue). Asegúrate de darle alimentos de buena calidad.
En el primer y segundo día, aliméntalo con el 25 por ciento de la comida que tú quieras darle mezclada con el 75 por ciento de la comida que le daban en el albergue. En el tercer y cuarto día, dale el 50 por ciento de cada una. En el quinto y sexto día, cambia el porcentaje, mezclando un 75 por ciento de la comida que tú quieras que coma y el 25 por ciento de la que comía en el albergue. En el séptimo día, aliméntalo con el 100 por ciento de tu comida preferida para gatos.
Cambiarle la comida demasiado rápido puede causar molestias en su sistema (disminución del apetito, vómitos y/o diarrea). Si esto sucede, llama a tu veterinario.
Decide si deseas alimentar a tu gato una vez al día, dos veces al día o permitirle comer libremente (lo que significa dejar la comida seca afuera en todo momento). Muchos gatos que se alimentan libremente no controlan adecuadamente la cantidad que consumen y tienden a tener sobrepeso, lo que los predispone a problemas de salud.
Para la mayoría de los gatos, lo ideal es alimentarlos dos veces al día. También puedes poner parte de la ración diaria de tu gato en un juguete dispensador de comida. Los juguetes dispensadores de comida son una forma divertida para que tu gato "busque" su comida y son una excelente manera de enriquecer su vida.
No empieces a usar un juguete dispensador de comida hasta que tu gato se haya adaptado por completo a tu hogar, después de unas dos o tres semanas.
Caja de arena
Proporciónale una caja de arena limpia y al descubierto. Las cajas de arena cubiertas pueden atrapar los olores dentro de la caja, lo cual es bueno para ti pero no para tu gato. Los gatos suelen ser bastante exigentes; son sensibles al olor de la orina y las heces, así como a los desodorantes.
Reducir el olor dentro y alrededor de la caja de arena puede ser muy importante para ellos. Saca la caja de arena una vez al día y vacíala por completo para limpiarla cada dos semanas. Cuando limpies la caja de arena, utiliza un jabón suave; no uses detergentes con olor fuerte ni amoníaco.
La razón más común por la que los gatos son llevados a los albergues son los problemas relacionados con la caja de arena. Las recomendaciones anteriores pueden marcar la diferencia entre un gato que está bien adiestrado y un gato que no lo está.
Recuerda que, si a ti no te gusta el olor de la caja de arena, probablemente tampoco le guste a tu gato; mantenla limpia y tendrás un gato feliz.
Juguetes para gatos
Hay muchos juguetes diferentes con los que a tu gato le gustaría jugar. A los gatos les gustan las cosas novedosas, así que cómprale varios tipos de juguetes y pruébalos. Juega con tu gato usando los juguetes; no esperes que juegue con ellos por sí solo una vez que se los des.
Si no se muestra interesado en ellos durante los primeros días, dale tiempo y prueba diferentes juguetes. No juegues con tu gato usando las manos. Usar tus manos como un juguete le enseña a tu gato que está bien morderte o arañarte.
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Vivir adentro o al aire libre
Una de las grandes decisiones que deben tomar los dueños de gatos es si permitirán que su gato salga y pase tiempo afuera. Hay muchos peligros al aire libre que pueden acortar la vida de tu gato. Podría ser atropellado por un automóvil, ser envenenado, ser atacado por un perro o ser infectado con un virus incurable. Sin embargo, muchos gatos realmente disfrutan estar al aire libre y extrañan la estimulación del mundo natural si están adentro todo el tiempo.
Hay varias maneras diferentes en las que puedes permitir que tu gato disfrute del aire libre sin correr riesgos. Puedes instalar perchas en las repisas (alféizares) de las ventanas de la casa para que tu gato pueda sentarse en la ventana, mirar el exterior y disfrutar de la luz del sol. Con paciencia, puedes enseñarle a tu gato a caminar con un arnés o una correa, y luego puedes sacarlo a pasear al aire libre.
Otra opción es construir o comprarle un espacio de juego al aire libre (a menudo llamados recintos para gatos o "catios"). En Internet, puedes buscar "recintos de gatos" o "catios" para ver qué han hecho otras personas. Otra forma popular de darle a tu gato la libertad de estar al aire libre es con la cerca Cat Fence-In, un producto que hace que sea imposible que los gatos trepen por encima de las cercas regulares del patio trasero.
La clave para integrar a tu nuevo gato con éxito en tu hogar es ser consciente de las señales de estrés y asegurarte de mantenerlas al mínimo. Cambia su entorno lentamente. Recuerda que aunque estas recomendaciones funcionan para la mayoría de los gatos, no funcionarán para todos. Si tu gato muestra señales de estrés y no mejora, comunícate con tu veterinario o un especialista en comportamiento animal.